Actualizando ya en Marzo, quiero dejaros esta foto de unos barcos pesqueros de Sevilla en una de las orillas del Guadalquivir. Tengo que decir que la imagen me recuerda a un libro que leí este verano y una de las lecturas la hice en la playa malagueña. El libro es El viejo y el mar, pero no os diré de lo que trata, os lo recomiendo porque ayuda a ver las cosas de forma más clara, enriquece la capacidad de pensar y purifica el alma, sobretodo si está llena de malos momentos.
Debemos dejar que esas impurezas se eliminen, que lo hagan, metafóricamente, como en la foto anterior. Siempre hay una parte buena en lo malo y viceversa, una luz, la escapatoria, como ya dije en anteriores entradas. Espero de verdad que mantengáis la vitalidad de vuestra sonrisa bajo los días de fiesta que nos esperan tanto a los creyentes como a los ateos, todos tienen derecho a enseñar a todo el mundo el blanco de sus dientes.
Deberías dejar de decir que sonríes bajo la tristeza, eso no existe. Sonríes porque en ese momento eres feliz, aunque sean décimas de segundo, la felicidad pudo con tus fobias, tu tristeza. Deja que esta idea entre en tu cabeza, pero no del mismo modo que dejas que la gente te influya, sino como algo para sentirte mejor persona, naciste para algo, búscalo para aumentar tu buen sentimiento.
Quiero comentar también, que la sociedad superficial actual debería cambiar el chip para no dárselas de independientes y superiores. Escuchar un tipo de música o vestir de una forma no indica ser una mala o buena persona. Los motores del cuerpo humano son la cabeza, el corazón y los genitales. No tomes decisiones antes de haber conocido con qué mentalidad piensa esa persona.
Quiero haceros una pregunta, a ver si os animáis y la contestáis en comentarios: ¿Serías feliz si estás en una relación con una persona que sabes que no te quiere, pero te da lo que necesitas?
Creo que tomaré esta medida para futuras entradas, más preguntas en la siguiente.
Se feliz y llora cuando lo necesites, nunca es malo.
Saludos
Deivid Williams